viernes, 16 de mayo de 2014

16.5.14 - dos en un mismo día

Empezaré haciendo una breve introducción. Hace un año y nueve meses, decidí dejar mi trabajo en Booking.com. Por muchas razones: porque no me gustaba, no me satisfacía, estaba mal pagada con demasiadas responsabilidades, y no me veía creciendo en la empresa. No me arrepentí. Fue una buena decisión, y eso lo ví a través de los que sí se quedaron durante el largo tiempo que he estado desempleada.

En este año y nueve meses he pasado por muchas etapas. La primera, de liberación. Fase "hago lo que me da la gana, cuando me da la gana". Siguió la apatía, junto con el invierno, mala combinación. Después vino una etapa de mejora, cuando empecé el curso intensivo de alemán que duraría seis meses. A la ilusión inicial de aprender alemán le siguió una fase de asqueo. Asqueada me hallaba de estar en una clase que decíase llamar nivel B1+, y ver cada día que había gente que no sabía ni decir los números... Después vino la aceptación/resignación. Al comenzar mis prácticas, de tres meses, como administrativa y recepcionista en la escuela de idiomas Sprachsalon, recuperé la ilusión. Ilusión por un trabajo que me gustaba y por mejorar día a día. Pero no pudo ser, y me quedé desempleada de nuevo. Llegaron las navidades, que me ayudaron a desconectar de la búsqueda incesante un poco, y después la vuelta a la realidad en enero.

Desde entonces he buscado sin parar. He tenido días de mayor motivación, y otros en los que tenía ganas de olvidarme del mundo. He recibido muchas negativas, más de las que había recibido en toda mi vida, y aún así he trabajado para no perder la esperanza. Y todo se ha visto recompensado. Porque hoy, a falta de un trabajo, tengo dos!

Empiezo en unas semanas en el que bien podría ser mi trabajo IDEAL, de administrativa en una gran multinacional, trabajando como secretaria de la directora y vicedirectora de uno de los departamentos de la oficina de Berlín. No solamente estoy súper feliz por tener esta oportunidad, sino que además no tengo que renunciar a mi trabajo de niñera.
Hace un par de semanas que empecé a cuidar de Willow, un monstruito de dos años y medio que me ha robado el corazón (él, y su familia, que son encantadores). Y como sucede con los niños encantadores de familias encantadoras, nos hemos cogido tanto cariño unos a otros que no queremos decir adiós. Así que hemos decidido compaginar!

Hace un año y nueve meses, jamás me hubiera imaginado en esta situación. Y es mejor de lo que podría haber pensado.

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